¡Muy buenas a tod@s una semana más!
Antes de que empecéis a pensar que se me ha ido la cabeza con esta receta, os tengo que decir que tiene una explicación, de modo que tranquilas las masas jeje.
Los platos salados no son lo mío, admiro a la gente que se le da bien todo, pero yo prefiero los dulces, aunque en este caso he hecho una “media” excepción.
Todo tiene un porque, y la culpa la tienen mis amigos Ángeles y José de Mimate, un tienda que si vivís en Granada tendríais que pasar a conocerla sí o sí, con las mejore infusiones, cafés y sobre todo con un trato personal y dedicado a cada cliente que es lo que hace dar una calidad extraordinaria.
El caso es que me trajeron una bolsa llena de tomates Cherrys del pueblo de Bérchules, con la intención de retarme a ver que sacaba de ellos y claro no me podía negar.
Hacer algo dulce dulce con ellos, habiendo preparado anteriormente mermelada de tomate (puedes ver la receta pinchando aquí), no me parecía una buena idea usarlos para lo mismo, de modo que confitarlos y tenerlos para cualquier momento creo que ha sido todo un acierto y es que aunque es un plato salado. Esta versión es tan dulce y especial que no deja de perder la esencia de lo que me gusta hacer ¿No?.
Son muy sencillos de preparar, solo tenemos que disponer de tiempo, porque para que queden perfectos requiere de un buen rato, pero no os vais a arrepentir, eso os lo aseguro.
De modo que si os queréis volver un poco loc@s como yo, no hay más que seguir nuestro ritual… delantal, musiquita y todo el tiempo que necesites para disfrutar preparando esta delicia.
No tenemos que preocuparnos de moverlos durante el tiempo de cocción, simplemente hay que dejarles a su amor cocinarse.
Lo ideal es que todos los tomates tengan mas o menos el mismo tamaño para que se hagan por igual y no se nos deshagan o se nos queden sin terminar de hacer.
Con el aceite sobrante podréis aliñar ensaladas y verduras, que veréis que bueno está así cocinado.
El plato de la imagen es un queso Provolone (me encanta ese queso) hecho al horno para que se funda con unos tomates por encima, pero los podréis tomar en ensaladas, pizas, acompañando carnes y pescados. De verdad que es un bocadito muy muy bueno y una explosión de sabores cuando se rompe en la boca.
Espero que os haya gustado y ya sabéis que podéis compartir con quien queráis esta receta justo aquí abajo o dejarme vuestros comentarios y dudas que resolveré encantado.
La semana que viene prometo volver con una receta dulce dulce jeje.
Feliz fin de semana y sed buen@s.
¡Besos!