Creo que empezáis a saber por mi afán y compromiso por mostraros y enseñaros las costumbres de mi tierra y de mi casa, por enseñar lo que considero como muy mío para asé poder aprender de lo vuestro y comprenderlo mejor, pues eso pasa con esta Cuajada de Carnaval.
De todos los dulces de Granada más tradicionales destaca este, que se hace en el mes de Febrero, mes por excelencia de carnavales y que además nos ayuda a terminar con los mantecados de Navidad que aún quedan rondando por casa.
¿Podríamos decir que es una receta de aprovechamiento? Pues posiblemente, el caso es que esta súper buena, eso si, no apta para poco dulceros, porque es una bomba jajaja.
Durante este mes de Febrero, no hay buena pastelería en Granada que no tenga este dulce, servido en un cuenco tradicional de Cerámica Granadina, también conocida como Fajalauza, aunque realmente de puede hacer en cualquier otro recipiente, incluso montarlo como si se tratase de una tarta en un aro.
Como os digo se trata de un dulce cuya base son los mantecados y polvorones sobrantes, que se hace intercambiando capas de estos dulces, machacados, con capas de Cabello de Ángel y capas de crema pastelera, culminado con una capa de canela y azúcar glass formando un dibujo de una Ganada. Vamos lo que podría ser la versión “Granaina” de un Trifle jeje.
Del mismo modo, no hay unas cantidades explícitas para hacerlo, puesto que va a depender de los recipientes que tengamos o incluso de los dulces navideños que nos hayan sobrado, que serán los que puedan condicionar en la cantidad que podamos hacer.
Por muy pesado que os pueda parecer, además de una bomba calórica, ya os digo que tendréis que probarlo para opinar, porque estoy muy convencido que os va a cambiar el concepto por completo.
Os pongo las medidas, que serán orientativas de lo que yo he necesitado para dos cuencos de tamaño mediano.
Pues nada si ya tenéis buscados los mantecados y polvorones que han sobrado en vuestra casa y en la todos vuestros familiares, vamos a ponernos con la receta ¿no?
Ponemos en le vaso 500 ml. de leche entera, 3 huevos, 100 gr. de azúcar, 50 gr. de maicena y una cucharadita de pasta o esencia de vainilla. Programamos 7 minutos, temperatura 90º velocidad 4 y listo, una crema pastelera perfecta para este postre.
Como podéis comprobar es un postre sin ninguna complicación en el preparado, pero muy resultón. Es cierto que el corte no es todo lo bonito que debería para poder mostrarlo, porque al sacarlo del cuenco se deshace, pero esto se come a cucharadas directamente del recipiente.
Como idea, si lo queréis preparar como pasteles individuales y tener una buena presentación individual, pues podríais usar aros de emplatar de un tamaño pequeño y montarlos directamente en el plato a servir.
Espero que os haya gustado este dulce de mi tierra, me encanta poder mostraros las costumbres que me rodean y que forman parte de mi vida y de la de mi familia.
Disfrutadlo mucho.
Un beso y nos vemos en la siguiente receta.
2 Comentarios
Vaya..a estas alturas ya liquidaron todas las existencias y salvo el turron de jijona que ya le ire dando salida, pero tiene que estar de muerte y tremenda combinacion
Jajajaja en las tiendas no queda ya nada, pero, seguro que en casa de algún familiar, amigo tienen y no saben que hacer con ellos…. todo es preguntar y luego compartir este lujo de dulce tan de mi tierra jeje.