Si hay uno de esos rellenos, cargados de tradición, con sabor a Otoño y que me recuerda a cuando era pequeño, ese el Cabello de Ángel.
Ya os he contado, en multitud de ocasiones, que con la llegada de Septiembre, Granada se engalana para celebrar la festividad de su Patrona. Como dulce tradicional, os he enseñado a hacer estas Tortas de la Virgen , rellenas de un delicioso Cabello de Ángel.
Otro dulce, que todos hemos comido en nuestra infancia, son las famosas Maritoñis, un dulce realizado con dos bizcochitos, rellenos de Cabello de Ángel y espolvoreados con azúcar glass.
El caso, es que hoy, no vamos a preparar el postre en cuestión, si no este maravilloso relleno, que podremos utilizar en un sinfín de dulces, tartas y todo lo que se nos ocurra, queda bien con todo.
El Cabello de Ángel, lo preparamos a partir de una calabaza, llamada Cidra o Calabaza Confitera. Esta calabaza, de color similar a una sandía rayada, tiene una piel muy dura. Su interior, es de una carne casi blanquecina, con pepitas típicas de calabaza, pero en su mayoría, del mismo color que la propia carne, que pasan muy desapercibidas.
La carne de la Cidra, está compuesta de muchos filamentos final, que parecen cabellos, y que al cocinarlos, se van despegando los unos de los otros, y adquieren un color dorado muy apetecible, de ahí, el nombre de este dulce, Cabello de Ángel.
Es un proceso un poco entretenido, pero no es más que hacer una mermelada, salvo porque hay que cocinar, previamente la Cidra.
Embotada en tarros de cristal, bien cerrados, en el frigo, nos puede aguantar perfectamente un año, aunque, ya os digo, esto no va a suceder, os la comeréis antes de ese momento.
Perfectamente se puede poner alguna especie para darle un toque más persona, canela, cardamomo, anís, le van de maravilla. Suelo decantarme por hacerla sin nada, y si después le quiero dar un toque de alguna de ellas, lo que hago es añadírselo al dulce en cuestión que vayamos a rellenar con ella.
Pues vamos que nos vamos, delantales puestos, ganas de disfrutar, que comenzamos con esta receta de Cabello de Ángel.
Listo, pocos ingrediente, algo de elaboración, no nos vamos a engañar, pero delicioso resultado.
Cosas de siempre, que no se deben perder, que nos van a dar muchas alegrías, y que nos ayudan a entender de donde viene lo que comemos, con la satisfacción, de haberlo hecho en casa.
No lo puedo evitar, que me gusta cocinar las cosas de siempre, y más este tipo, con productos de la huerta.
Pues ya sabéis, que si tenéis dudas al respecto, algo que comentar, no tenéis más que dejar un comentario aquí debajo, que yo estoy encantado de resolverlo y leerlo.
Un beso familia, que tengáis una muy feliz semana.