¿Alguna vez os ha pasado que tenéis que preparar un dulce para poder sorprender a alguien a quien quieres mucho, y de repente te transportas a la niñez? Pues eso me ha pasado esta vez.
Para mí, los pilares más importantes de mi vida son mi familia, y esta vez había que sorprender a una de las bases que sujetan los pilares, que hacen todo siga firme sin necesidad de decir nada. Mi tío. Esa persona a la que quiero y respeto a partes iguales y que con solo mirarme ya se perfectamente que tengo que hacer, no hace falta que surjan palabras.
Y bueno quería hacer algo que le gustase, que le sorprendiese y por lo que se sintiese orgulloso, y creo que esta vez lo he clavado, cerré los ojos y fue cuestión de segundos ver como siempre pedía que “regasen” su tarta helada al Whisky en cualquier lugar que la pidiese. Ahora es menos común pero cuando era niño era el típico postre que solían pedir los hombres, al menos en mi casa, y siempre con un buen chorrito de este licor.
De modo que encontré algunas versiones por internet, pero no llegaban a ser totalmente como yo la recordaba y es que, para mí, era indispensable que tenga crocante de almendras, así es como la recuerdo…. Y así fue como la hice, bueno ya he perdido la cuenta de las veces que la he tenido que hacer a lo largo de lo que va de verano la verdad, se ha convertido en la estrella de la casa jejeje…
Cuando le dices a alguien que vas a poner estar tarta de postre o dices de que es al llevarla, la verdad es que la impresión que te dan es de que no les va a gustar, pero cuando prueban la primera cucharada sus gestos cambian, os lo aseguro, el único problema es que quieran repetir jejej
Pues si te parece…. Vamos al lio???
Ingredientes:

Para la base:
- Una plancha de bizcocho genovés finita (sé que no debería, pero si queréis puedes usar una comprada, sin que sirva de precedente)
Almíbar:
- 50 gr de azúcar.
- 100 ml de agua.
- 50 ml de licor de whisky.
Relleno:
- 100 gr de azúcar.
- 50 gr de azúcar glass.
- 4 huevos.
- 80 ml de leche entera.
- 6 hojas de gelatina.
- 50 ml De licor de whisky.
- 350 gr de nata para montar.
- 125 gr de almendras crocantes.
Yema pastelera:
- 4 yemas de huevo.
- 1 huevo entero.
- 150 ml de agua.
- 150 gr de azúcar.
Decoración:
- 100 ml de nata para montar.
- 20 gr de azúcar glass.
- Azúcar moreno para poder quemar con el soplete.
Preparación:

- Comenzamos por el almíbar para poder calar bien nuestro bizcocho. Ponemos el azúcar y el agua en un cazo y lo llevamos a ebullición durante 5 minutos. Pasado este tiempo lo retiramos del fuego, le ponemos el licor y lo dejamos reposar.
- Separamos las claras de las yemas. Ponemos la gelatina en agua fría para que se vaya hidratando bien.
- Las yemas, la leche y 20 gr. de azúcar lo llevamos al fuego y sin dejar de remover hacemos que espese un poco, muy importante que no llegue a hervir, si no las yemas se cortaran. Lo ideal es que disponemos de un termómetro de cocina no llegue a superar los 80º, si no, no te preocupes lo calentamos bien hasta que vemos que coge algo de consistencia y lo apartamos. Incorporamos el licor y la gelatina y diluimos bien y dejamos que se atempere mientras continuamos con la receta.
- Con las claras que teníamos apartadas y el azúcar granulado restante, vamos a montar un merengue. Ponemos a batir las claras y cuando estas empiecen a espumar vamos incorporando muy poco a poco el azúcar. Montamos bien las claras hasta tener un merengue consistente. Dejamos aparatado y mezclamos la nata que tiene que estar muy fría con el azúcar glass y comenzamos a montarla. Ojo que no debemos de llegar a montarla completamente, si no después se nos puede llegar a cortar la masa, solo vamos a conseguir montar hasta obtener una crema ligera. Y llega el momento de empezar a mezclar. Con la ayuda de una espátula y con movimientos envolventes vamos a ir mezclando la crema de las yemas con el merengue, poco a poco sin prisa, pero sin miedo hasta que esté bien integrado y después haremos lo mismo con la nata, de esta forma tendremos una crema muy ligera y espumosa.
- Para montar la tarta he usado un molde de unos 20 cm, una base y acetato para que luego sea más fácil desmoldarla. El acetato lo podemos comprar en las papelerías tamaño folio y yo lo que hago es cortar lo en tiras, veras como una vez que lo pruebes a usar siempre lo tendrás a manos para cualquier elaboración jeje.
- Ponemos el aro, el acetato e introducimos el bizcocho que calaremos con el almíbar con la ayuda de un pincel o una cucharadita. Bien mojado. Pondremos una capa de la crema que hemos preparado por toda la base y una vez cubierta en este momento le pongo en el centro toda la almendra crocante, para que se vea un corte bonito. Terminamos de cubrir con la crema que alisaremos bien al final. Tapamos con un poco de papel film y la llevamos al congelador por al menos 8 horas.
- Una vez congelada nuestra primera parte es el momento de preparar la Yema pastelera. Ponemos las yemas, el huevo, el azúcar y el agua en un cazo y lo llevamos al fuego, suave, sin dejar de mover haremos que espese, y volvemos a tener cuidado de que no roma a hervir o será una catástrofe jeje. Un truco si no tenemos termómetro en este caso es que al moverla forma una gran cantidad de espuma que justo antes de hervir desaparece. Y ya la tenemos. La dejamos enfriar bien para que no derrita nuestra tarta, en ese momento la sacamos del congelador y vertemos la yema por encima, con cuidado de que quede pareja y la volvemos a tapar y llevar al congelador. Un mínimo de 4 horas, esta capa es más finita y no hace falta tanto.
- Una vez congelada, es hora de decorar. Montamos la nata con el azúcar glass y vertemos a una manga pastelera con una boquilla rizada. Sacamos la tarta del congelador y desmoldamos con cuidado, veréis que con el truco del acetato es muy muy fácil, solo hay que tirar de él y queda perfecta. Ponemos azúcar moreno por toda la tarta y con ayuda de un soplete lo tostamos bien, me encanta ese olor que desprende en ese momento. Decoramos con la nata montada y de nuevo al congelador para que termine de congelar…. Y LISTO!!!
Ya tenemos una tarta tradicional preparada. En serio, parece un poco laboriosa, pero es muy sencilla y queda…queda que no tengo palabras ni para describirla, solo para babear al más puro estilo Homer Simpson jeje.
En serio es algo que va a hacer las delicias de vuestros invitad@s y no se podrán creer que es elaborada en casa.
Ya sabéis que cualquier consulta no tenemos más que preguntar por aquí o por las redes sociales. Y no olvides compartir¡¡¡
Feliz fin de Semana y nos vemos en el próximo #ObjetivoViernesDulce
Besos!!
4 Comentarios
Voy a preparar la torta crema de whisky! Muchas gracias por compartirla. Saludos!
Pues me parece una muy buena elección. Es un triunfo asegurado ya lo verás. En mi casa ha causado sensación y no se cuantas veces la he podido repetir este verano jeje. Besos
Que piensas se se hace un un whisky un poco mas suave al paladar, tipo whisky japonés?
Si saldría un poco caro el menú, pero podría ser algo especial
Saludos
Pues seguramente es una buena opción. Realmente no conozco este licor, pero sería adaptable sin problema.
Muchas gracias!