En la receta anterior, os traía una maravillosa tradición de México para el Día de Difuntos, este maravilloso Pan de Muerto que puedes volver a ver aquí.
Hoy nos quedamos en la España más castiza y tradicional, con un dulce que se usa para este mismo día y que es muy conocida y querida en todas las confiterías. Hoy os traigo unos maravillosos Huesos de Santo.
Por mucho que avance la repostería y los métodos, hay cosas que ni cambian ni deberían cambiar nunca. Ya sabéis que me encantan las tradiciones, esas que nos hacen retroceder en el tiempo y acordarnos de nuestros abuelos. Olores que nunca cambian y productos de calidad que tienen que formar parte de cualquier recetario que se preste.
Con este dulce, además, empezamos a abrir las puertas a una de las épocas que más me gustan en todos sus aspecto, porque no hay Navidad que no contengan un buen mazapán y este dulce se basa en eso, un mazapán delicioso relleno de una crema de yema.
Seguro que se me escapan muchísimos dulces tradicionales que se hacen en rinconcitos de España y sus pueblos para estos días. Me encantaría que me lo comentaseis por aquí para poder indagar y seguir haciendo de este blog un recetario del ayer y del mañana, donde podamos encontrar cosas que no se pueden perder y donde aprendamos a hacer nuevas recetas que siempre están de moda.
Pues bien, vamos a ponernos nuestro delantal y creemos esta maravilla para disfrutar en familia. Además, no necesitamos grandes artilugios para poder hacerlos, es verdad que los podemos encontrar muy bonitos con el canutillo ondulado, pero si os soy sincero, a mi estas cosas me gustan con su aspecto de hacerlo a mano. ¿Vamos con la receta?
Ingredientes para unas 20 unidades:
Para el mazapán:
- 125 gr. de harina de almendras.
- 125 gr. de azúcar glass.
- 25 gr de claras de huevos (mejor si son pasteurizadas).
- Ralladura de 1 limón.
- 1 pizca de canela en polvo.
Para la crema de yema:
- 6 yemas de huevo.
- 100 gr. de azúcar.
Para el glaseado:
- 175 gr. de azúcar glass.
- 40 gr. de agua.
- 2 gotas de limón.
Preparación:

- Tamizamos bien la harina de almendras, el azúcar glass y la pizca de canela en polvo, para poder deshacer los posibles grumitos que pueda haber y se mezcle todo bien.
- Incluimos la ralladura de limón y las claras de huevo.
- Mezclamos todo muy bien con ayuda de una espátula hasta que consigamos una masa compacta. Ojo si llegado un momento amasamos con las manos, que no se nos caliente mucho porque la almendra empezará a soltar su aceite y se nos pondrá muy pringosa.
- Entre dos papeles de hornear vamos a estirar nuestra masa con la ayuda de un rodillo hasta obtener un grosor de unos tres milímetros. (ya sabéis que me encanta esta técnica de estirar masas entre dos papeles de horno para que ni se pegue, ni tengamos que añadir azucares o harinas que puedan modificar nuestra receta).
- Con la ayuda de una regla, para que nos queden todos de igual tamaño, vamos a cortar pequeños rectángulos de 4 x 5 cm. A mi personalmente esta medida me ha parecido ideal, evidentemente los podéis hacer más grandes si queréis.
- Para formar los canutillos vamos que necesitar algo que nos ayude a tenerlos huecos, pudiendo ser un palito de madera de estos que venden para hacer manualidades, pero como yo no tengo en casa os digo un truco que he usado y que me ha encantado por el hueco de canutillo que deja… ¡Una lima de afilar cuchillos de estas que son redondas! Si como lo lees, un afilador de cuchillos redondo de toda la vida, lo he envuelto bien con papel film para que no esté en contacto con el mazapán en ningún momento y listo.
Para crear los canutillos solo tendremos que coger nuestras planchas de mazapán que tenemos cortaditas, rodear el formador que hayamos escogido, apretar un poco y con un pincel poner un poco de agua en las juntas para que se peque bien y listo, sacamos del formador con facilidad y ya tenemos el canutillo. Los vamos colocando sobre una rejilla para que vayan secando y continuamos con el proceso hasta tenerlos todos.
- Una vez tenemos todos nuestros canutillos vamos a preparar el relleno. Ponemos las yemas con en azúcar en un bol y lo llevamos al baño María para que espese. Con un poco de paciencia y sin dejar de mover se nos va a formar una crema espectacular. Tiene que tener una consistencia que no chorree a la hora de rellenarlos.
- La pasamos a una manga pastelera y vamos rellenando cada uno de nuestros Huesos, no necesitamos boquilla ni nada, cortamos nuestra manga por la punta y la ponemos por un orificio apretando con cuidado hasta que veamos que se nos ha rellenado por completo.
- Una vez estén todos rellenos, lo que haces es preparar una glasa para bañarlos y que tengan ese aspecto blanquito y como crujientito por fuera pero tiernos por dentro. Ponemos el azúcar glass tamizado junto con el agua y las gotas de limón y con la ayuda de unas varillas o una espátula movemos bien hasta formar una glasa brillante.
- Pasamos cada uno de nuestro huesos por la glasa y bañamos bien y los colocamos de nuevo sobre la rejilla para que caiga el exceso de glasa y sequen bien. El tiempo de secado, que depende mucho de la zona donde vivamos se nos puede llevar unas horas o incluso de un día para otro.
Pues ya tenemos listos nuestros Huesos de Santos para festejar este día de recuerdos familiares. Son el complemento prefecto a estas tarde de otoño con una buena infusión o un buen café.
Espero que los podáis disfrutar muchísimo, haciéndolos y comiéndolos y que traigan momentos maravillosos a compartir con amigos y familia en estos días de fiesta y descanso.
Os deseo todo lo mejor y recordad que podéis escribir justo aquí debajo vuestras dudas o compartir esta receta en vuestras redes sociales. Difundamos entre todos nuestras tradiciones culinarias mas bonitas y no dejemos que se pierdan.
¡Un beso muy fuerte familia¡
4 Comentarios
Me encanta tu receta.
Muy bien explicada y sin volvernos locos (otros años me echó para atrás las explicaciones enrevesada de otras recetas).
Este año se los hago a mi marido que no los come desde hace 12 años. Le diagnosticaron celiaquía y aunque no llevan harinas (a veces si 😣), la contaminación cruzada de los obradores le ha dejado sin probarlos.
¡Muchas gracias de su parte y de la mía! (Lo va a disfrutar como un niño pequeño 😂😂)
No sabes la alegría tan grande que me acabas de dar, esta es la mejor recompensa que puede tener todo el trabajo que hay detrás de una receta. Disfrutadlos muchísimo haciéndolos y comiéndolos. De verdad que me has emocionado. Besos
Aunque me ha pillado un pelín tarde antes de que terminen estas fiestas lo probaré. tiene buenísima pinta y seguro que están deliciosos. muchas gracias por todo!!
Nunca es tarde para unos dulces así. Ya me contarás cuando los hagas que te parecen. Gracias por comentar.